poner mirando para cuenca 253
Tener sexo a tergo, por detrás. Parece que el origen de la expresión está en el siglo XV cuando Felipe el Hermoso, el mujeriego esposo de Juana la Loca, subía a la torre con alguna de las damas de palacio que solían ser de Cuenca para ver a lo lejos las ciudades del reino. A la reina le decía: voy a la torre con esta dama para ponerla mirando a Cuenca. Los guardias sabían a lo que subía y extendieron la expresión con ese sentido.